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Cuidar la ropa de cama

5 Tips para cuidar la ropa de cama: sábanas, cobijas, plumones y más

La ropa de cama es un elemento esencial para el confort y la higiene de tu descanso. Sin embargo, mantenerla en buen estado no solo contribuye a la comodidad, sino que también prolonga la vida útil de tus sábanas, cobijas, plumones y otros elementos. Si quieres cuidar la ropa de cama para que dure más tiempo y se mantenga fresca, limpia y suave, sigue estos 5 consejos prácticos para manipularla adecuadamente.

1. Sigue las instrucciones de las etiquetas

Lo primero que debes hacer para cuidar la ropa de cama es leer las instrucciones de las etiquetas de cada producto. Cada pieza tiene requisitos específicos tales como la temperatura máxima recomendada para el lavado, el tipo de detergente que se debe usar, el tipo de secado adecuado y otros detalles importantes que aseguran que los productos como las sábanas, cobijas y otros artículos de cama como los plumones y edredones, mantengan su calidad, características de tejido y suavidad por más tiempo.

2. Evita comer en tu cama

Aunque pueda parecer una costumbre común, comer en cama puede ser contraproducente para el cuidado de tu ropa de cama. Las migas, las manchas de grasa o de comida pueden penetrar en los tejidos, lo que hace más difícil limpiarlas y puede contribuir a que las telas pierdan su suavidad y apariencia. Además, los residuos alimenticios pueden atraer insectos y bacterias que no solo estropean tu cama, sino que también pueden afectar la higiene y la calidad del descanso.

3. Lava con cuidado tu ropa de cama

Lavar la ropa de cama adecuadamente es esencial para mantenerla limpia y en buen estado. Como veíamos anteriormente, lo primero que debes hacer es seguir las instrucciones del fabricante, pero a continuación, te ampliaremos la explicación de cómo hacerlo según el tipo de pieza que estés lavando.

¿Cómo lavar sábanas?

Para evitar que las sábanas se desgasten prematuramente, deben lavarse semanal o quincenalmente, para mantenerlas frescas y limpias. Si las sábanas son de algodón o de materiales naturales, puedes lavarlas a temperaturas de hasta 40°C para evitar que se encojan. Además, utiliza productos suaves para el lavado, como detergentes líquidos que no dañen las fibras de los tejidos.

¿Cómo lavar cobijas, plumones y edredones?

Las cobijas, plumones y edredones requieren otro tipo de tratamiento. Estos productos suelen ser más gruesos y necesitan un lavado más cuidadoso. Es recomendable hacerlo cada tres meses para mantenerlos limpios y en buen estado. Para evitar que pierdan volumen o suavidad, es importante seguir las instrucciones de la etiqueta. En general, se deben lavar con detergentes suaves y en ciclos de baja velocidad para prevenir que el relleno se dañe. En algunos casos también se recomienda lavar en Lavadoras especializadas en estos productos de cama.

¿Cómo lavar almohadas y cojines?

Las almohadas y cojines también requieren un cuidado especial. Aunque la frecuencia de lavado dependerá del uso, es ideal lavar las almohadas al menos dos veces al año. Las almohadas de plumas o fibra sintética pueden lavarse a máquina, pero siempre con agua fría y un ciclo suave. Para los cojines, en especial los decorativos, es preferible utilizar fundas removibles que puedas lavar con mayor frecuencia para mantenerlos en buen estado.

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4. Proceso de secado para cuidar la ropa de cama

El proceso de secado adecuado es tan importante como el lavado cuando se trata de cuidar la ropa de cama. El secado libre y en ambiente que el aire circule, es siempre la opción más recomendada, ya que el sol o el sacado tendido, ayuda a desinfectar naturalmente y a mantener los productos frescos, pero hay que tener cuidado de no ponerlos directamente al sol, ya que este puede afectar los colores. Si prefieres utilizar una secadora, asegúrate de usar un ciclo bajo para evitar que los tejidos se dañen o se encojan. Los plumones y cubrelechos deben secarse por completo antes de ser utilizados nuevamente, debido a que cualquier humedad restante puede favorecer la formación de moho.
Evita el secado excesivo en secadora, ya que puede hacer que las fibras pierdan su suavidad y elasticidad. En su lugar, prueba con ciclos cortos de secado y agita las cobijas y almohadas durante el proceso para mantenerlas suaves y esponjosas.

5. Almacena adecuadamente tu ropa de cama

Por último, el almacenamiento de la ropa de cama es crucial para que se mantenga en perfecto estado. Guarda las sábanas, cobijas, plumones y otros elementos de cama en un lugar seco y fresco, lejos de la humedad. Elige cajas o bolsas de almacenamiento que permitan la circulación del aire, o utiliza fundas de tela para proteger tus productos. Evita usar bolsas de plástico, ya que pueden retener la humedad y fomentar la proliferación de bacterias y hongos.
Considera invertir en un protector de colchón para evitar la acumulación de polvo y ácaros, esto también te ayudará a cuidar de tu ropa de cama. Además, asegúrate de que los productos estén completamente secos antes de almacenarlos o ponerlos en tu cama para evitar el crecimiento de hongos.
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